Colombia de los que menos invierte en investigación en América Latina

Fuente: Universidad Nacional de Colombia – Universia

“Pensar en educación superior sin hablar de investigación no es posible”. Con esa premisa, inició la discusión sobre la urgente necesidad de invertir en investigación en las universidades públicas del país.

La revisión del tema la puso sobre la mesa Carolina Isaza, vicerrectora de Investigación de la Universidad del Valle, durante el Foro Internacional de Financiamiento de la Educación Superior, convocado por el Ministerio de Educación de Colombia, en el que participaron expertos en el tema proveniente de Chile, México, Brasil y Reino Unido, entre otros.

Isaza, y otros ponentes, buscaba centrar la atención del tema de financiación sobre una de las actividades misionales de las universidades públicas: la investigación, que se constituye en un medidor de calidad en maestrías y posgrados.

Los participantes del foro, si bien reconocen que Colombia ha avanzado en algunas iniciativas como la ley de ciencia y tecnología e innovación, afirman que esa ley nunca dejó claro de dónde saldrían los recursos para investigar.

Pese a que la competencia por alcanzar recursos estatales para investigar se hace cada vez más estrecha y desigual, el mismo Ministerio de Educación de Colombia reconoce que las universidades no han dado su brazo a torcer, y afirma que en los últimos 6 años los grupos de investigación del país se triplicaron.

En el caso de la Universidad Nacional de Colombia, el rector Moisés Wasserman explicó que actualmente la Institución cuenta con 570 grupos reconocidos por Colciencias, “son en total 800 grupos en la Universidad, algunos no reconocidos por Colciencias, pero igualmente importantes para la misión de la Universidad” afirmó.
“Investigar nos sugiere un sacrificio y disciplina en muchos ámbitos. Para poder mantener nuestros estándares, direccionamos un 25% de nuestro presupuesto para investigación, un 25% de nuestras matrículas para investigación y un 27% de nuestros contratos de extensión para investigación, eso permite hacer convocatorias nacionales, mantener un programa agresivo de becas y aplicar a convocatorias de Colciencias. Lo hacemos así porque cuando hablamos al Estado de recursos para la investigación y para la educación superior para posgrados, doctorados y maestrías, la respuesta es busquemos recursos externos nacionales e internacionales”, agregó el funcionario Wasserman.

El doctor Juan Carlos Navarro, especialista de la división de ciencia y tecnología del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), confirmó este hecho, al tiempo que advirtió que reconoció que no son precisamente los recursos del Estado los que han movilizado la investigación en la región latinoamericana.

“Puedo decir que una cierta parte de la investigación que se ha realizado en América Latina ha provenido por financiamiento del BID. De hecho, Colombia ha contado con tres préstamos del BID en el pasado y ahora estamos conversando con el Gobierno nacional para lograr una nueva operación de crédito que iría a apoyar el Sistema Nacional de Innovación del país”, expresó.

Wasserman, por su parte, advirtió que Colombia debe despertar y entender que, sensatamente, ningún país del mundo ha construido su capacidad científica a costa de otro o con presupuesto ajeno. Entre otras cosas porque, aseguró, cuando se consigue capital de cooperación, los países definen sus prioridades de investigación con base en sus propias necesidades y no en las ajenas. “No son países ajenos los que van a financiar nuestra ciencia”, concluyó.